Actividades de animación

Álgebra - "El baile de los números con las letras"

Desde pequeños nuestro pensamiento ya roza los equilibrios. La mente de los niños y de las niñas está preparada para hacer comparaciones buscando relaciones de igualdad.

Desde el momento en que un párvulo dice: ¡Falta un caramelo!, ¡Sobra un globo!..., su mente demuestra que tiene fuerza para bailar los números de las cosas, que es la esencia del Álgebra.

Geometría - "El paisaje de las formas": El edificio de la geometría

La observación de las formas en el entorno cercano, en la vida y en el mundo nos abre las puertas de la Geometría. Recortar triángulos, rectángulos y círculos, trocearlos y recomponerlos de diferentes de diferentes maneras a modo de rompecabezas, ayuda a entender la esencia de las formas en dos dimensiones. Formar un rectángulo humano nos permite descubrir intuitivamente que la esencia del cálculo de superficie está en las filas.

Recortar, rellenar de garbanzos o almendras por ejemplo, y comparar cuerpos geométricos de tres dimensiones, son experiencias básicas para tomarle cariño a la Geometría de una forma natural y atractiva. Escenificaciones, juegos y situaciones sobre formas en el aula y fuera del aula.

Lo redondo empieza en pi,
lo redondo empieza en ti.

Descubrir el pi como las "tres coma catorce veces" que "el alrededor" es más largo que "el atajo", gratifica mucho más y se retiene con más facilidad que si lo memorizamos como la constante extraña y caprichosa 3´14, que entra en todas las fórmulas de lo redondo.

Comparar la superficie de un círculo de cartulina con el "cuadrado de su radio", es una sencilla manera de intuir que aquella es 3´14 veces más extensa que éste. Escenificaciones, juegos y situaciones de lo redondo en el aula y fuera del aula.

Medidas - "Mete el lápiz y saca el metro": El edificio de las medidas

Lo más natural es empezar midiendo con nuestro cuerpo: pulgadas, palmos, pies, pasos… La cinta métrica nos lleva a encontrar la primera piedra del edificio de la medida: el metro.

Resulta divertido presentar los personajes de la medida: la tira del metro, la cartulina del metro cuadrado, el metro cúbico humano, la caja del litro, la caja de garbancito, el tic-tac del reloj, el euro…

La mejor manera de familiarizarse con las unidades de la medida es verlas, tocarlas, recortarlas, conocerlas a través de los sentidos. Así se sientan las bases sobre las que cada alumno irá construyendo el edificio de la medida.

Es muy conveniente hacer escenificaciones, juegos… y vivir situaciones de medidas en el aula y fuera del aula.

Números - "El uno, el todo y la parte": El edificio de los números

El uno, la primera piedra de este edificio, el rey de los números, parece la foto del dedo índice, que ha levantado un niño para comunicar que tiene un añito. Los dedos de las manos son la herramienta más cercana que tenemos para calcular.

La lección de los números podría empezar pensando el uno en la vida y diciendo o cantando: un niño, una niña, un sol, una luna, una alfombra, un caramelo, un gato, un pájaro, una paloma de la paz, una sonrisa, un recreo, un bocadillo, un vaso de agua, un lápiz, un libro, una canción, un sueño…

Escenificaciones, juegos y situaciones sobre números en el aula y fuera del aula.

Proporcionalidad - "Como la cabeza al sombrero": Las proporciones o la justicia matemática

La música del "Último de la Fila" sirve para crear un ambiente propicio en torno a la proporcionalidad. Como la cabeza al sombrero, como el zapato al pie, como anillo al dedo… Buscar parejas al azar y emitir un juicio: "proporcionadas al derecho", "proporcionadas al revés" o "no tienen nada que ver" es un buen ejercicio mental para entender la proporcionalidad en la vida.

La herramienta del tanteo, tantas veces olvidada es un arma muy poderosa que tiene la mente para aproximarnos a la resolución de este tipo de problemas.

Otra herramienta para hacer los problemas de "reglas de tres", sin reglas de tres es el que pasa las cuentas por "el uno". Este método te hace sentirte seguro porque piensas los números en clave de uno, bailándolos al ritmo de tu propio pensamiento.